Nos ha tocado morir

universo corto

 

Nos ha tocado morir antes de morir
nos ha tocado la muerte con su uña,
antes de asirnos a su monumentalidad.

Nos toca morir
a imagen de proyección,
de niño, nos tocó ver morir la nube
de adolescente, nos tocó morir una abuela,
de adulto, nos tocó amigos morir;
nos ha tocado morir antes de morir,
cada grano de fuego, cada mito de piedra
cada persona pura
muere, tarde o temprano,
en nuestras copas de luz, alguien
o algo se apaga, como
un grito en el vacío
cielo

a dónde
sino a lejanía ágil que salta
donde la razón no llega
ni con su ala cuadrada
y lógicos aleteos

antes de morir hay tacto
palpo, roza cada superficie
contra cada rosa de piel
sea piedra o nube o humano
restregando entre sí
dando eros a cada
escalofrío de revelación

pero nos toca expirar
prometerle al olvido
todo lo que se ha podido
en tiempo recordar

no podemos traducir
la agonía de existir en corto universo
no se puede trasladar
el dolor de árbol
que arraiga pulso al corazón
no hay paréntesis
en aullar nuestra melancolía
al imperio del silencio.

 

 

 

Poesía Contemporánea

contra la luz

contra_la_luz

Ya no visitaré a la luz
con débil cascara de astro
su sucia esencia de curva

es inacabable el modo de andar
y son ancianas fosas de oscuro
cada puñado de vivir se siembra
como agua en las noches enteras

ya no más
lucero que es punta arrastrada
son frescos los troncos de negro
y mi mirada los junta en cruz

quítenme el ritmo de vela
y déjenme la congoja vieja
como un pliegue de eternidad

ya no más
dura energía voluta
que son crudos garabatos
los de la sombra

y el arte abstracto de morir
no lleva rayos claros
en las arrugas de mi piel.

Poesía Contemporánea

el desabrigo

Poesia Nihilista

Qué son las manos
si todo se debe abandonar

qué es la mente
si todo se debe olvidar

mi vida se mueve como corriente
en vertiginosa caída
desbordándose en ilógica tristeza
rugiendo como león herido de bala

ya se siente la muerte

intento ver el polvo levitando
al centellear en este último rayo de sol

la belleza abre un portal
un punto de luz
en el centro
de la negra existencia

ya se siente la muerte

como una larga lluvia
sobre el mugriento
corazón.

 

 

\Poesía Nihilista

entre ventanas

Poeta entre ventanas

El agua golpea como con hinchada necesidad
cada gota un rebelde escapando en ciclo
cargada de días, rutas transatlánticas
mi cuerpo de roca lo lame el mar
pero ni el sol penetra el fondo de esta sombría mirada

si morir fuera observar una repetición infinita
ola tras ola negando algún evento nuevo
sería respirar un sólido aire, una ausencia
aun estando presente en un mundo incomprensible
incubando el final de los animales, los minerales, el espacio

el calor agitando un cuerpo de fórmulas
envidiando la resignada belleza
de la mesa que evapora su color gratuitamente,
el pescador lanza su deseo al salubre hueco
y pesca porque es más difícil que morir

yo lancé un deseo autónomo
por los mapas del mundo;
como si el parpadeo marcara el tiempo
ahora empiezo a imitar una eternidad joven
que escolta a las olas como si fueran las primeras hijas
            de la creación.

 

 

 

Poesía Moderna

entiérrame

          Viví
salvajemente
insólito como el destino
de las nubes
y al fin, ya,
morí
con la conciencia
hecha trizas
por haberle robado
tanto vino
a los que tanto
lo ocupan
en los últimos
días
de la tierra
fugaz.
 
 

poesia contemporanea

Inventado una mañana

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La sombra
cubre cada movimiento
llueve
pero no hay
gotas
nadie
sale por las calles
por miedo de morir
de tanta luz
fue lógico
entonces
identificarse con
las sombras
con lo que sucede
pero no se percibe
fue natural
vivir
porque
no queda otra;
nos acostamos
no para la orgía
sino para sentir
el manto
intangible de oscuridad
sobre nuestros pechos
desnudos,
sepultados
a la espera
del noticiero matutino
que nos revelaría
alguna razón para vivir.

.

.

.

poesía contemporánea

desangrar

El mundo se deshace
lentamente
trozos blancos de su piel
flotan al suelo
en el aire resuena
los angélicos acordes
de la tristeza
que engendró al mundo,
y ahora
al ritmo de los
copos de nieve
que lamentan
el final
se unen los labios
de los tiempos
fúnebres y salinos
en un contacto recóndito
mientras la sangre
de la tierra
se derrama
por estos cielos
taciturnos.

Poesía Contemporánea

Las últimas horas

Eran las últimas horas 

     de los últimos días

y el dolor del porvenir

      engendra

           los versos fatalistas

de un hombre desmesurado

     entre volcán y volcán

       acabaría relatando 

           el por qué del dolor

el por qué no del morir

El peso liviano de la totalidad

Pesa la pluma

     un aleteo que desencadena un aire pesado

una fluctuante chispa de vida

cociendo con hilos de movimientos

      sí, movimientos como atardeceres y lunas

la profunda concavidad de mi ser

   que una pequeña ave hace crecer

y rebalsar con el residuo de la Creación

  cose, entre saltos, cose con hilos de antigüedad

la hermosa transparencia del olvido

    amando esta divina desesperanza

que me une con la distancia y la locura

        vuela, hija de la nada

sube por los cielos azules de misterio

      canta los versos incomprensibles de las nubes

eleva el nombre del silencio

        pero regresa,  para cuando descanse esta cabeza

cansada de tareas humanas

      regresa para escuchar juntos

el retorno de la totalidad…

 

Poesia de la nada y mas

Mi Ventana

Mirar afuera era la única tranquilidad que podía cosechar dentro de mi angustiosa convicción de que el mundo era viejo, inútil y testarudo. Mirar a través de la ventana que se va nublando con los añejados cansancios, las trepadoras inercias que tapan el invisible del vidrio y ahogan el fragmento del momento con su inexorable oscuridad. Mirar las hojas salvajes bailar al tempestuoso ritmo del viento, sorprender a un insecto en su vuelo errático y absurdo, o quizá, ver humedecerse las partículas de atmósfera con el acercamiento de una feliz tormenta. Existía ahí afuera algo sublime y encantador, algo ajeno a la repetición de apagados pensamientos; dirían otros que estábamos envueltos por un sueño que nunca podremos acceder o entender– nuestro territorio se limita a la cruda realidad de lo ordinario. Con los años de mirar y mirar, el cuarto se tornaba cada vez más insustancial y lo que había afuera era lo único merecedor de atención y dedicación. ¿Estaba buscando algo inmortal, algún gozo inmaterial que me haría olvidar la monotonía de mi desgasto? Las respuestas siempre son incompletas y casi innecesarias, porque la misma naturaleza del universo es inseparable del misterio, la incógnita reinará sobre las ciencias y filosofías por el resto de la historia. Así que yo solo veía, veía las gotas del sol que visitaban en intervalos de éxtasis. La nubosidad de recuerdos me guiaba por el crecimiento de un arbusto que hoy día era un árbol completo: el cambio era la melodía de este sueño, el que reside dentro del cuarto y el que se desenvuelve al otro lado de mi solitaria ventana. Porque al fin y al cabo, ambas esferas son tan deleznables como un sueño pintado por el aliento de ángeles subterráneos. Mi función si acaso se limitaba a contemplar ese largo drama que surgía espontáneamente afuera de mi ventana y dentro de las paredes de mi pasajero cuarto…