
Entra un pensamiento
Su origen es incierto,
pero ha entrado al núcleo de este instante
y llena este irrevocable momento
con la substancia de una suspirada realidad.
Se va.
Los ojos miran sin esfuerzo
Capturan el reflejo de una luz
despojan la sombra del vacío
y transforman este segundo en:
percepción.
Escuchas las manos del reloj;
se repite el sonido de cada pauta
un latido por cada descanso de la aguja
agrega un grano de polvo
al ponto sin fondo, llamado: Tiempo.
Se anuncia el recuerdo
la visita a un rincón casi olvidado
se hunden las puntas de cada nervio
penetras la nube de la memoria
el fantasma del ayer, vive sigilosamente;
luego: se va.
Llegan las cosas y parten, se dividen
se separan en hilos que ya no alcanzamos
regresan gemelos de hábitos una vez desistidos,
nacen cambios para nuevas incógnitas.
Lenta, deslizante se forma la eternidad.
No excluye lo fútil, recoge todo,
cada migaja de sentimiento, colecciona
el aburrimiento, la soledad, el recuerdo,
se nutre con las vidas de insectos y humanos,
seduce todo a tomar una pequeña porción
de su,
inmensidad.