los negros vacíos

Poeta del Nihilismo

¿Qué siento?
La historia salvaje de mi locura
llorando ante el planeta
por la simple razón
de que olvido la inmensidad,
con mi voz espero tocar alguna raíz
la matriz del sueño
algún seno de leche astral;
plena espera y contradicción
con los seres que viven
en oscuridad
en muda comunicación
con lo que no entendemos
ni reconocemos –
es inanidad o mi sentimiento
el fundamento eterno de existir,
de existir como carne de nube,
como nombre de aire entre los negros vacíos.

 

Poesia Moderna

los fragmentos insoportables

Poesia Moderna

la cera
imita
deleznable
el caos
que se apodera
en rededor
de la ya
difícil
situación
de existir

imagino
el trazo
inimaginablemente
blanco
que cruza el horizonte
más blanco aun
de la unidad,
íntegramente
todo se movía
como parte
de sí mismo

ya no;
la cera
se deshace
cada vez más
en los insoportables
pormenores
de la fragmentación
cuya vida abstracta
nos toca a nosotros,
divisibles ad infinitum.

 

 

 

Poesia Moderna

todo lo que siento

Son todas
cosas
que debo
son deudas
exponenciales
que suman mi
error de existir

he sido fácil
una aberración
en mi comportamiento

soy presa
de una
moralidad

estando así
ebrio
ante la historia
y la misma sociedad

¿qué debo decir?

no te debo nada
soy
algo perdido entre una
irrelevancia y
una
mentira

ojala tuviera
algún significado esta
mi lucha

si mi apuro
es puramente:
empezar

pero quién quiere
un génesis
en este párrafo de
sabiduría

solamente
es un derrame

una contradicción
que se refuta
en su ambivalencia

así me desapego
de lo que sucedió

así soy una
mujer
que toca
su primer
amor
a piernas abiertas

soy
rosa y cuchillo

algo del
éctasis
que inventó
el pecado.

 

Poemas

silencio salobre

Cielo Gris

boca
repleta de grueso silencio
ojos
húmedos en luz resignada

respiro
el tiempo del olor
puramente
al borde de los techos
que rozan el dolor
de las nubes

sentir
acontece sobre mí
como una sinfonía
que un dios dejó caer
de su nostalgia

todavía subsistiendo
en los labios
de la mujer
que susurra mi nombre

con cabeza
sumergida en alegoría
serenamente
construyendo la realidad
porque nunca nada
realmente existió

 

Blog Poesía Moderna 

hoja otoñal

On the poetic road

Donde
el campo
como gris anatomía
crece como risa
en el hoyo del cero
que multiplica mis pensamientos

y las gotas de la ventana
son lluvia de mi sangre
del cielo transitorio
jugando como una sensación
sin los sentidos de tacto
visión
audición
gusto
oliendo la eternidad

en el espacio
donde se cosen los actos
como una literatura
que las aves leen en su vuelo
hacia el origen

la luz es canción triste
alma vestida de cosas
hoy como nunca
existir es ser
hoja otoñal

 

 

Poesía NIHILISTA

lo inevitable

Solo sé existir
si el asfalto brilla
como espejo
solo así
sobrevivo
cuando todo refleja el cielo inexplicable
y respiro el azul
como humo
de los vehículos de la imaginación
solo sé existir
si la música tiene dedos
que me acarician el cabello
mientras tomo la siesta
soñando que los átomos
más puros
me hablan en vértigo
solo sé existir
cuando estas palabras
estallan en guerras
batallas
que provoqué
y ya no puedo
evitar.

poesía siglo 21

qué sé yo

Conocimiento del Siglo 21

No sé seducir
la mujer ni el futuro
a veces termino hablando heces
imaginando una costa
tres cajas de vino y un viento decadente
que me escupe lejanías

 

no sé nadar
en subocéanos ni en silogismos
a veces me hundo
por los días sin fondo
viendo las últimas burbujas
dibujar picassos en su ascenso

 

no sé inventar
ideas ni ambiciones
a veces un caudal de noche
me arrastra hasta el alba
como insomne buscando
cielo, ser y eternidad

 

no sé existir
como pablo ni como nadie
a veces me refugio en un poema
para vivir en otro siglo
con una voz afónica, diciendo:
no sé…. no sé…….

 

Poesía Siglo XXI

¿Cómo existir?

No_se_Existir

 

 

La poesía es mi tercer solitario ensueño
similar a la vida borracha de símbolos
o al sueño cansado de cronología
así, la vida, los sueños y la poesía
son todos, con igual probabilidad
la temible alucinación de una sombra humana
que desliza un frágil dedo sobre el polvo existencial
exponiendo la superficie gris y hueca
y al llegar el dedo al borde
resbala y cae en una profundidad fría y alegre,
y como no queda más nada
el verde de la hora
se distrae con la neblina de adjetivos
y la sustancia intocable de versos
inventando un nuevo mundo
donde ni siquiera yo
estoy seguro de existir.

la mesa – o fracción de ella

La mesa
con su color
y un poco de resfrío
verde con ganas de rojo
estrecha, tumbada
en el cuarto que nadie visita
justo esta mesa, o fracción de ella
babeando una sangre amarga
llorando las lágrimas de existir
con dos latidos sonoros
hechos de viejos testamentos
la mesa o alguna de sus cuatro patas
la tercera, tal vez, detrás del vínculo invisible
confiando que la cuarta y la segunda
la odian, la primera perdida
como la última oración de un libro
la mesa
lejos de la confabulación
incapaz de soportar ni un solo pelo más
reina del rectángulo inservible
verde a veces verificablemente vacía
la mesa donde llegaré a morir algún día.

Suele suceder

 

 

Era una de esas noches,
una más entre todas las noches
tantas veces envolviendo la acostumbrada monotonía
de los hábitos
tantas agonías bautizadas con nombres y apellidos
de los que existieron para nunca más existir
y yo sentado aquí viviendo otra noche
de una sutil transparencia
casi inmóvil, cuando se espera que sea día
solo para que luego esperar
alguna otra noche
y en ese ciclo de irrelevancia
me siento aquí como muchas otras veces
sabiendo que nada nuevo va a suceder
por lo que miro la renovable crudeza
con la que se repiten todos estos objetos
resuelto a vivir con las triviales concupiscencias
del Destino.