Danza, flotante risa
sobre los pequeños cosquilleos
de cada grano de materia
unido al gran evento desperdiciado
la eternidad del olvido
más grande que la expansión de los tiempos
El gozo de ver crecer y envejecer
cada esquina oxidada
el tronco podrido, sin voz
el ejército inerme del Propósito
perdido en huracanes de anarquía
La sorprendente dicha en el agónico final de Kleist!
La felicidad, la risa, la irresistible locura…
derribando la larga historia de seriedad
regresar al juego de la extinción
una irresistible tentación
sin miedo al mirar el caprichoso mundo
y decir:
‘eres tan bello que no me importa verte morir’
La risa que sobrará en ecos por las ciudades desiertas
un torbellino de felicidad
al borde del moribundo final