Las noches
son
mis últimas palabras
el mirador
donde
veo la avalancha
venir
ahí
mi último rezo
antes
de la bifurcación
dos ojos
mirada fija
a lo cósmico
los dedos
toqueteando
con indiferencia
el
devenir.
Las noches
son
mis últimas palabras
el mirador
donde
veo la avalancha
venir
ahí
mi último rezo
antes
de la bifurcación
dos ojos
mirada fija
a lo cósmico
los dedos
toqueteando
con indiferencia
el
devenir.
Era una de esas noches,
una más entre todas las noches
tantas veces envolviendo la acostumbrada monotonía
de los hábitos
tantas agonías bautizadas con nombres y apellidos
de los que existieron para nunca más existir
y yo sentado aquí viviendo otra noche
de una sutil transparencia
casi inmóvil, cuando se espera que sea día
solo para que luego esperar
alguna otra noche
y en ese ciclo de irrelevancia
me siento aquí como muchas otras veces
sabiendo que nada nuevo va a suceder
por lo que miro la renovable crudeza
con la que se repiten todos estos objetos
resuelto a vivir con las triviales concupiscencias
del Destino.
Tienen que ser escuchadas
las voces nocturnas y solitarias
órdenes de la más profunda caverna
cada momento que un ogro ojo despierta
tiembla, se endurece y grita
como a la luz primera del nacimiento
‘quiero ser rescatado
a donde estoy’
entonces esa criatura loca como un poeta
pronuncia incoherencias extrañas
perplejas reflexiones
hay que escuchar las voces
las noches
las pausas
y cuando todos despertemos:
vibrarán los delicados tonos de un suspiro
o llegará a reinar el pánico de un cataclismo?
Se trataba de una recurrente tristeza
al nunca poder pertenecer
a la bella ignorancia de vivir
sin razones ni justificaciones
En las noches cansadas
sentía la posibilidad
de inagotables realidades
Un terreno vasto sin constitución
un juego de la imaginación
Seducido por el curso de las estrellas
terminaba exiliado del sendero común
regreso imposible a la cueva de los dormidos
Recorriendo los peligros desconocidos
entre cordilleras del pensamiento
pisando lodos vírgenes
captando horizontes inefables
Miraba atrás – que lejano estaba todo.