Es la edad para ser hoja caída del árbol mudo
nuestra voluntad no sería más que una ráfaga de viento
el destino: caer en un caño lleno de cosas olvidadas
nuestro sueño sería desintegrarse en una sopa de residuos
tocar esta vida una última vez en forma unánime
hasta volver a ser parte de todo, del resto
una vez más
hoja
sol
y agua
por esas épocas vecinas
llenas de galaxias y sueños.
galaxias
¿Cuál es la prisa?
Me encuentro sentado
esperando un café
afuera, la guerra continua
en las alturas lejanas las galaxias se trituran unas a otras
sabes, como cuando una tragedia se aproxima
y no hay acción, sola una lenta espera
hasta que el momento anticipado llega-
estoy mirando – esto tan eterno
y la lucha sigue afuera, la gente corre
la gente se tropieza y se arrastra hasta un árbol
míralos
pienso en silencio.
Que difícil ser hombre,
como lucha contra sí mismo
resiste, tembloroso a mirar el vacío que rellena tanto terreno.
El café llega y mi vecino corre espantado del silencio de mis ojos
¿tan difícil es: detenerse? Dejar que las cosas sucedan por sí solas…
Anduve ayer por la llanura,
un llano quieto, un cambio despacio – la niebla pronuncia sílabas
en décadas
el monte crece como mi barba, quién los detiene;
ayer era como el agua transparente
un rocío sin destino previsto: evaporarse solo si calienta el día
Espérenme, ya terminé mi café
ya me sacudo mi camisa
salgo por la puerta
y me pondré a correr con ustedes
Pero nadie todavía me ha respondido: ¿Cuál es la prisa?
La dimensión escondida
Estoy centrado en una oscuridad vibrante
conozco íntimamente la semilla
el tejido de noche que compone el día
la dimensión escondida detrás de la visión
crié el miedo desde su infancia
era negro y encogía las galaxias
un punto sin forma parecido a la muerte
anoche tuve que deshacerme
casi desnudo en profunda percepción
de capas y capas, removiendo estratos
una geología espiritual
estirando el acordeón hasta quedar mudo
adivinando el ritmo que canta la existencia
eran hilos de sustancias vacías
cuando con pánico se niega a mirar
sin absorber ni una sola gota
una corriente que se mueve sin nombre
compresible solo cuando se ahoga la resistencia
La voz del vacío
Nacimos – morimos
en medio de una ilusión
que nos envuelve con sus formas engañosas
objetos efímeros
Nosotros, hijos de fábulas mitológicas
podemos morir engañados
como hombres que vivieron
en el centro del universo
sin saber de galaxias y vacíos
o aquellos que tenían muchos dioses
falsos
¿Pero nosotros tenemos al fin el verdadero?
¿Creemos en la ciencia?
Conquistamos el desorden
el caos aterrador
abolimos el imperio de la naturaleza
¿y somos más felices?
En medio de una vertiginosa ilusión
nos aferramos a un hilo de agua
– miedo de perder lo conocido –
por más desdicha que traiga,
no podemos soltar el mundo.
La nada gobierna el mundo
ese espejo que todo refleja
pero nada conserva;
el mundo desaparece de todas formas
todas formas desaparecen en el mundo:
solo queda un vacío
un silencio eterno penetra todo,
lo que muere
lo que está por nacer.