Miraba sobre mi cabeza
no habían cuerdas ni hilos
alcancé por grandes muros alrededor
no habían ni cercas ni calabozos
supuse que debajo existían espinas y precipicios
soy preso de los caprichos de este momento
desconozco el por qué de las cosas
soy libre esclavo de la decisión
respondo a lo que simplemente se manifiesta
es un juego
esta estrepitosa sinfonía llega a su fin algún día
es oculto silencio
me entrego al desconcierto circundante