Miraba sobre mi cabeza
no habían cuerdas ni hilos
alcancé por grandes muros alrededor
no habían ni cercas ni calabozos
supuse que debajo existían espinas y precipicios
no habían brasas ni torturas
Interno titiritero del deseo
soy preso de los caprichos de este momento
desconozco el por qué de las cosas
soy libre esclavo de la decisión
respondo a lo que simplemente se manifiesta
soy espectador que espera
Después de todo, la gran masa de eventos
es un juego
esta estrepitosa sinfonía llega a su fin algún día
es oculto silencio
me entrego al desconcierto circundante
es absurdo chiste
¿A dónde más puedo ir?