las delicias

poemas_sobre_el_Alcohol

 

Éramos y errábamos con delicias
las noches las montábamos
como dragones e indagamos
la ley del caos en los rincones
del estado; entrabamos al bar Estigia
los cigarros en vez de humo
soltaban pensamientos diáfanos
y pedíamos los Lázaros
tragos de ron amargo
en esas cuevas de nuestra sed,
alargábamos horas en tinta de poemas
y el imperio bruto del llanto y risa
quedaba en llamas libres verticales
entrañas quemadas al horizonte
nuevo del alba,
salíamos hediondos a ideas y sudor
con la posibilidad como un ballet
entre las manos;
éramos y errábamos con alegría
seguíamos el celeste
cada nube maduraba en un placer
el vino tenía alas de incendio,
en la calle
viendo los buses
terminábamos con la vida
arrugada como nuestros cuadernos sucios
e inspirados
y tirábamos todos esos papeles
a la finalidad del viento.

Poesía Contemporánea

desnacer

poesia pesimista

 

esto solo ya
es amplia aurora
lo más azul es casi oscuro
tiembla la nube como
un pensamiento lleno de lágrimas
ya vengo a nacer arropado
con la desnudez de la luz
ando cayendo a mente
y acaricio la época
como cabello derramándose
en apariencia,
me limpio de signo
pero sucio de incendio
afuera adoré sin saber por qué
la luz ahogándose
en el olvido.

Poesía Contemporánea

el fracaso de dios

la ausencia de dios

No fue gran sorpresa el fracaso de dios.
Yo no me pregunto por qué nunca apareció
en su trono celestial
que le cuidamos tanto como fieles centinelas.
Pero nunca llegó.
Como consecuencia de su ausencia
surge mi obsesión
por sumergir mi cabeza
en un distante eón.
Aprendí a ver, sin restricción de tiempo,
la decadencia y caída de la materia,
la rítmica respiración de toda energía y forma
en su catastrófica resurrección.
Me dediqué a estudiar los abismos
y las coincidencias.
Vi cuando un minúsculo electrón
se estrellaba contra el verbo más común,
o cuando las olas del pensamiento
iban reventando contra un horizonte de proteína,
aun escucho el murmullo de los nervios
que reverberan tras la explosión de un sol senil.
Ahora la vida humana no vale mucho,
siendo un invisible trazo que se une
a una repercusión infinita.
Mi acto es participar
en la hermandad del átomo;
yacer en la tierra
junto a la ceniza de un sol expirado
contemplando un espiral enorme
clavarse en el universo.

 

 

Poesía Contemporánea

nada llega

esperar

 

¿Alguna novedad? No.
No abro ni las cortinas
porque no hay hemisferio derritiéndose
ni un espejo arrinconado en la primavera.

Ya lo he dicho, casi siempre lo pienso.
Estoy esperando
tal como esperan los huecos.
Un relleno de rumbos
un caudal de canción
un nudo de oráculos,
algo que rellene esta oquedad y me haga feliz
para que ya no hayan más timbres y ecos
amarrándose a mis columnas.

¿Hay novedad? No.
Uno puede escribir sobre la promesa
y el deleznable vuelo de los minutos.
Pero nada cambia. Todo sigue igual
cuando la sangre endurece y se detiene
como un silencio abovedado.

Aquí espero, con las piernas cruzadas
y una fría mirada a mi piel.
¿Algo nuevo sucedió hoy?

No señor. Aun espero por
un exceso de mariposa
la mitad de un huracán,
o un origen tan vasto
como el polvo.

 

 

Poesía Contemporánea

Hoy, cuando pensé

Hoy, cuando pensé
en la muerte
no me enfoqué
en como sería no existir
ni si llegaría cuando
estoy mirando por la ventana
o si descendería en un martes
o un miércoles

más bien
pensé en los que ya murieron

pensé
en que algunos han muerto tristes
otros han muertos satisfechos
que mil cosas
pudieron haber hecho diferente
en la vida
pero que ya nada importa

pensé
‘una vez muerto, ya nada importa’

ahora pienso
si me tocará ese día
estar triste o feliz;
y considero que no
hay mucho que pueda hacer hoy
para influenciar
la sentencia

lo único que me queda
es escribir poemas
dormir con una panza
llena de vino
y esperar el juicio
de los días restantes.

Poesía Nihilista

sutra

 

nada      existe

       el piano

deja caer sus martillos

como piedras en un mar sin sal

 

nada

ni el momento

el suspiro

la idea de existir

 

ni la nube

que le dio sombra

al adiós

 

ni la lágrima

que fue casi

infinita

 

ni la madre

que dio luz

a solitarios héroes

 

nada      existe

            el color rojo

se desnuda sin explicar

el origen de

            su sangre

 

 

 

Poesía Nihilista

nube delgada

noche de lluvia

La lluvia
desfiguró la ciudad.
Abrí mis manos
y escaparon tantos cometas mojados
el viento arrastró los pies de arena
se ahogaron las casas sin color a tierra
arrancó los carros como pétalos de débil flor.
Se llevó todo.
A mi padre con ojos de león adormecido
mi madre y su almohada de plumas.
Pasa como navaja amputando
las sombras de mis alas pintadas.
El caos y el agua;
las lágrimas y los años.

 

 

Poesía Absurda