El resto está viviendo sus vidas
yo, reservado
observo y cuento los actos
me alimento de los ecos
me resbalo como sombra entre multitudes
contemplo el presente expirado,
embriagado con su monotonía
soy nada arbolada entre todo quehacer
Regresó a casa con nubes de sonidos,
sonrientes mis vellos de cada roce
con ese mundo agitado pero simple:
tal como la llama fulgente
azotada entre oscuridad y brisa
pero siempre en anaranjada calma
Y duermo entre cada una de esas vidas
despierto acompañado de silencio
reflejando los tonos fluctuantes
las imágenes ahumadas
Mirando el vapor del tiempo
todo se mueve
y sin resistir,
yo ya no aspiro por otra cosa
que el reflejo de este instante