Estar ahí
existiendo
como una flor
una lengua
un sol recordado.
La lluvia transporta
la luz en sus
gotas.
Desde el cielo,
en unidades
cae gota tras gota
sobre la faz
del pensamiento muerto.
Estar ahí
existiendo
como una silla
en vidrio
una prostituta durmiendo.
La vena preñada
con sangre
en diáfano circuito.
La voz
se disipa
como el humo.
Estar ahí
existiendo
con los dedos fríos
con los nombres
de las cosas
con la tristeza
mojándome
los ojos.