Hubo al principio
cierta discusión
sobre el “significado” del globo,
pero poco después
se acallaron los rumores
dado a que hemos
aprendido a no insistir
en el “significado” de las cosas,
de tal manera que rara vez
se explora el significado de cualquier cosa
al menos que sea un fenómeno
sumamente sencillo y seguro.
Parecía que se proclamaba
como un misterio, pero un misterio
que no valía la pena resolver –
un misterio frecuente
de muy baja calidad.
Pero no es nada.
No es como el nihilismo
de Gorgias, que declaraba
que nada existe y que si algo llegara a existir
probablemente no lo podríamos entender,
y que si llegaríamos a entenderlo,
ese conocimiento no lo podríamos comunicar.
La mente te arrastra en su corriente,
lejos de lo que tenías que hacer, hacia cosas
que no se pueden explicar racionalmente;
hacia la dificultad, hacia la falta de claridad,
hacia la luz del ocaso.
¿Pero qué se puede hacer con un paciente
que encuentra el mundo insatisfactorio?
El mundo es insatisfactorio, solo un payaso
lo negaría.
La experiencia paradigmática del artista
es la del fracaso. Hay algo allá ‘afuera’
que no se puede asir y poner ‘aquí’.
Eso es la norma. No hay semejante
cosa como un “artista exitoso” (al menos
que uno hable en términos mundanos).
El tema de la muerte
ocupa un lugar preponderante
en su consciencia.
Has leído citas del libro “60 Stories” de Donald Barthelme. Traducidas del inglés por el presente autor mientras tomaba un par de cervezas y contemplaba los misterios de la vida. Citas sobrepuestas aleatoriamente pero con atención al misticismo innato de las palabras, con el fin de componer un poema postmoderno. Esta nota también pertenece al poema en su totalidad. Declarado esto, el poema termina con una i tildada, justo aquí