Imagino
tus senos
entre
los colochos de la alfombra
rendidos
en su gravedad
como dos sensaciones
de temor
imagino
que toda imaginación
es apenas
un suspiro
de lo
eterno
y
debe haber
un instante
aun vivo
donde se pueda sentir
el origen de la totalidad
como un grano de
sal en la punta
de la lengua
así que
deseo dejar
mi saliva
correr
como un río
de sal
entre los valles
de tus pechos
siempre y
cuando
el deseo
sea solo un pájaro
en la altura
lejana
y
vivamos
como piedritas
enterradas
en la tierra
ya que vivir
es como dormir
con un sedimento pesado
sobre nuestras
pieles
inexplicables.
PoesíA NIHILISTa