La tengo en frente,
la abrazo con fuerza
es innegable que la tengo en mis manos.
Estoy solo en mi amor por ella
esta cosa desconocida
que solo yo conozco en mi delirio.
Lo que siento…
se escapa como la mariposa
que percibió un sonido extraño.
En la calle de al frente o cualquier otra,
un asfalto cualquiera – con este dedo
la penetro y la calle se empieza a derretir;
porque solo puedo amar aquello que se descompone
conmigo.
Y respirar – lo hago en trueque:
un respiro por cada gramo de mi ser
que se vuelve ceniza invisible.
Hoy me di cuenta que soy un hombre,
en proporción a la velocidad
de mi desaparecer.