lo que sobrevive

desasosiego poema

El cielo se acabó
se llevó consigo el mundo entero
y ni siquiera me dejó un asiento
para descansar este fútil cuerpo;
me tomó toda una vida
definir la vida misma –
no lo logré.

 

 

en mis manos quedaron
las manchas de angustias
adentrándose en las cicatrices
de otras estupideces
y aunque el mundo expirara
con el egoísta cielo
mi desasosiego sigue creciendo puro e infinitamente
ya que ahora no tiene frontera
ni obstáculo
que detenga su expansión.