Bajo esta luz de neón dejé de escribir poemas. El aire se arrugaba como un plástico transparente. Atrapé los vuelos de las tuercas, todo en un mecanismo de bostezo. Cada minuto era un botón que al apretarlo nada sucedía. Esa melodía. Como herrumbre cae el ruido de las paredes. Escucho el moho crepitar como la alarma del reloj. El semáforo deja un charco de luz en la calle y los aparatos circulan con sus peinados de metal. La electricidad sigue atrapada en tubos. Como instrumento, aprieto el zumbido. Estoy aquí sentado como un motor con vórtices de sangre. Entretejiendo los rayos de electricidad en trenza de nailon. Como una distracción.
Bajo la luz de neón renuncié la poesía.
I Love you Pablo Saborio. Please don’t ever stop writing.