desde impregnado
en memoria caen las mocas
y nunca escapan,
como nada nos pertenece
ni el recuerdo mareado
ni la brutal acción,
viendo el cielo
soy pantano de negro equilibrio;
de los ojos salen manos de un infeliz
jalando las cadenas del siglo
con cal del arte
sangre e indicio –
solo espacio ubicuo sin orden ni razón
mejor adiós adiós
ahí
espesa nada.