De los muros
puedo decir
mucho.
Son almohadas
con maternas escobas
barriendo escombros de horizonte
dejando la cabeza de rutina
dormir en su ternura.
Puedo hablar de senos rotos
de la sombra de leche
enrollándose como pezón
en un vals de grasa.
De la máscara tengo
mil canciones,
tanto poemas como hormigas
esbozadas en la turbulenta
sensación de vivir
crípticamente.
De la frente
puedo decir
mucho.
De ella los rectángulos
y las esferas hace gaviotas
que volando dibujan una curva
de ombligo
negro en el sien
de la mujer en vano.