La sangre brilla
y se
seca
como sombra.
Todo termina,
el remoto monasterio
de tantas
estrellas
y la arena.
Hemos aparecido pero ni
permanente es la luz
columpiando
como columna de humo
en nada y nada
pero un sueño
se viste de eventos
y gran sucesión de fundamentos.
Todo termina
otro eón arrugado en parpadeo,
mira el lenguaje
lanzar su
triste código de ideas.
La vista ha visto
tan poco que
es pequeño eructo
de puro finito.
¿Me oyes? Usted
que está tan atrás
tan arraigado en esqueleto
usted tan carne y alboroto,
balanceando el dolor
sobre el golfo de la pena.
¿Me escuchas? Todo
terminando escama de lira,
tanta mujer con clavos
haciendo lazos de luz
sobre la cruz.
La gota del caos.
Este mundo,
aquí.
Independiente, extraño
atravesando la memoria,
como un viento
inventando las ramas
de la vida.
Todo termina,
sin borde derramándose
sobre el negro
como una palabra
haciéndose piedra
y luego lento humo.
…tengo que escribir sobre luces y sombras, y sin querer en tus palabras hay algo de eso, me ha llegado dentro este poema, porque hablas y buscas respuestas en un vaivén entre el negro y el blanco…Tristemente bello…Un bsss silencioso amigo :)
saludos ! gracias