Vengo de los labios,
voy en medio de cantidades,
desarraigando la esencia
como semillas de una loca fruta,
escucho un tambor
pero no es el corazón,
son golpes sobre la luz,
timbres sin origen.
Podría tratar de hacer
sentido de este enigma,
salir gritando a la calle:
¡lo irreal y bello de no saber!
Ay pero los ojos
son gotas en melodía turbia.
Crecí entre senos,
voy en medio de población
y reacción,
desarraigando la esencia
como dulces semillas
de una loca fruta.