es justicia
descender del
éctasis
para despertar
estrellado
contra la materia
en dolor
y sed
salí a dejar
lágrimas
tendidas talladas tristes
en el asfalto
bajo negra
infinitud
para pasar
ahora
dos días
cruzando
las púas
del aire
soportando
la luna
aplastada
del corazón
dos
tonos de luz
y pausa
hoy
duermo
sobre las calientes
espadas de una
flor de loto
como criminal
inculpado
por el delito
de acercarme
a la beatitud