
Sí
sí
sí
las palabras
y la vida me cansan;
la cura es no pensar más
y acostarse dentro del sueño
que alberga
las estrellas, el mito y la muerte;
paredes, pisos y ventanas de silencio
una noche tan sutilmente inconsciente
que a veces se me olvida
que hay una especie de mundo allí afuera,
a veces sueño
con poder dormir
en mi eternidad de blandura
como sombra
envuelta en
ocaso