Hoy lo vi
un hombre que
inició de niño
terminó decadente
solipsista, alcohólico
hediondo a prehistórico, axila
barba torpe, luz diminuta
en sus ojos, un sobreviviente
hablándose a si mismo
en la esquina de la licorera;
helo ahí
un hombre que carga
la tela del cielo
como el perfume de su pene sucio
su boca llena de oscura leche
su amor único:
los ríos ardientes
que bajan por su garganta –
hoy en su más reciente
insulto a la humanidad
lo vi a sus ojos
esos dos oráculos negros
insípidos y libres
como un par de moscas
cogitando el nuevo apocalipsis;
helo ahí
el hombre derrotado
la cruz de sus arrugas
el crudo arroz de sus uñas
tomando su licor
bajo la frágil luna
del mundo sin paz.
Excelente