en su cueva
donde dormía
volcando el deseo
en un cráter de inactividad
era una añeja paz
convocando los ojos
a ver el mundo como
arbitrario detalle
la noche
que pinta todo azul
y el cometa que choca
contra el humo del
corazón
con voluntad de isla
dormía en su cueva
volcando la ambición
en un charco de vapor
al objetivo
que se siente
ser pez natural
en mar de sueño.