
El viento es sonido
de la flor.
Ella salta cuando el gris
de la roca calla.
Los ojos de él sólidos murmullos
como gas escapa el tiempo en nube.
El aurora de sus emociones
sueña con el vuelo del placer.
Son dos rubís de sangre
marcados con el amarillo sentido del sol.
La velocidad de la respiración
es vertical y metálica.
Hacen museos de sus locuras
descubriendo la esquina del deseo.
El labio se muerde
sangra con sal, luz.
Su vestido es fórmula de risa
su felicidad anécdota de madera.
Lo que empieza y existe
termina en: beso
cúpula de preguntas y miedos.