
Toda la realidad
se contrae en
una gota
la bebo
la lloro
empiezo a olvidar
que tengo ojos,
el movimiento que veo
se torna en el eco del olor
empiezo a olvidar
que mi piel siente las cosas,
lo tangible se torna en acordes
atrapados en el claustro
de mi brevedad
empiezo a olvidar
que los oídos tienen voz,
solamente veo las huellas
que deja el viento
en la arena de mi orejas
empieza a nacer
una borona de tierra
debajo de mi lengua,
suelta raíces con sabor a cielo
y despliega una flor
que la protege
el techo de mi voz
toda la realidad
se encoje a una esencia
la sujeto
con mi
olvido.