Sostengo el mundo plano
entre dos dedos
como una pluma de luz
nunca he querido ser dios
mi ambición no sobrepasa
la de una mosca gris
envuelta en fruta podrida
ahora con un ancho sol
en mi espalda
tengo que hacer eclipses
cuando paso en frente
de dos ojos tristes
tengo que recoger
la fugacidad
con las tenazas inútiles
del recuerdo
nunca quise ser dios
ni una columna
retorciéndose hacia el infinito
sueño con ser
la ceniza
sin volición
rodando
por un valle de espacio
vencida alegre entremezclada
con la inefabilidad del viento.
PoesíA nIHILISTa