Dudo todo.
Porque si el mundo cae sobre mis labios
como un trago de constelaciones amargas
debo preguntar,
¿ por qué en mi lengua de grávida somnolencia?
Que todo debe colapsar en vientre húmedo de sensación,
lo entiendo. Pero,
¿ por qué no se concentra el mundo en la punta
ardiente de un fosforo sediento?
Cae el mundo como gota de luz sobre las papilas
de mi ciego odio. Lo saboreo como un arcoíris de tiempo mudo.
¿ por qué se expande el mundo como pupila de asombro
en la prisma de mi silencio?
Que el mundo es el velo en donde se nubla el significado de las cosas,
lo comprendo. Pero,
¿ por qué queda este resabio de verdad en mi memoria
como si hubiera atrapado un instante de conocimiento?
Lo dudo todo.