De lo que sucede
conozco poco.
Observo los rostros
como si salieran
de ellos mariposas
de un capullo.
Cuentan historias
de tragedias, muertes
y alegrías.
De todo esto
conozco poco.
Miro a un niño
lamiendo una luz dulce
entre sus dedos.
Un zumbido
de motor
cruza la avenida,
las mujeres ríen.
Espero
para entender.
Pero se levantan
árboles sin hojas
a un cielo
tallado con silencios.
Poco conozco
del por qué
ni cómo
ni dónde.
Casi, me digo.
En las selvas
deben haber
miles de insectos
hambrientos, comiéndose
unos a otros.
Bebo de un vaso
de agua tibia.
Debe haber un río
que corre
entre el alma
y el olvido.
Pero de esto
conozco
poco o nada.